lunes, 16 de noviembre de 2009

Aclaración

Los siguientes textos son la opinión acerca de las obras del empresario Nano Guerra, quien ha logrado convertirse en la celebridad de la literatura de la sociedad peruana neoliberal; sociedad que al parecer, le gusta ser arriada tiernamente por una neocorriente de las letras, conocida como Autoayuda.

Los argumentos, paridos gracias a una consciencia social definida, son sobre todo un arma de defensa a disposición de la clase trabajadora, aquella que acoge a los ciudadanos considerados como tercera categoría, quienes soportan, sin consulta previa ni derecho a la abstención, el "privilegio" de ser pagados para aprender a obedecer y callar.

Se espera entonces, que estas líneas generen el sano ejercicio de discernir una verdadera identidad que promueva la lucha comprometida del pueblo para lograr su verdadera emancipación.

DE LOS SECRETOS NO MUY OCULTOS - A propósito de "Secretos del Carajo"

Los estudiantes hemos interpretado los doce secretos registrados en el libro del señor Guerra como mandamientos traídos de la montaña, redactado por un dios mesiánico que arría tiernamente a sus borregos. Algunas veces, incluso, se repiten las propuestas cual evangelio de un barato catecismo.

En Secretos del Carajo el autor lanza doce pasos –producto de la condensación experimental de algunos nuevos capitalistas –que son interesantes para el sector empresarial en, particular, y para la vida, en general. Ejemplifica a los caballeros del desarrollo y aplaude su meritorio proceso evolutivo en el truculento mundo de los negocios.

Se habla de autoestima, de tener claro lo que se quiere, de ofrecer un producto, de saber a quién y dónde se le vende, de vivir apasionado en el día a día de las ventas, de ser creativos, novedosos, ilustrados y de llevar bien puesta la camiseta de la patria. Ingredientes que, según afirman los empíricos del comercio, son elementales para el éxito emprendedor.

Estoy de acuerdo con casi todos los pasos. Creo que interpretándolos y dándoles un buen uso, pueden generar interesantes resultados. Sin embargo, el autor debió ser un más sincero con sus clientes y redactar un prefacio de advertencia en su obra.
Dentro de este prefacio, podría haber incluido los siguientes puntos:
Primero. Guerra debió dejar claro que sus pasos son sólo una de las muchas estrategias de superación y que el hecho de que hayan generado buenos resultado con doce personas, no garantiza, en absoluto, que la victoria será la nueva constante, ya que el peruano, pese a tener fama de astuto, sufre de una gravísima y cándida credulidad.

Segundo –aunque sé que el párrafo de esta idea pondría en riesgo la venta de uno u otro libro –, el autor debió aclarar que, el hecho de que el Estado haya sido el padre holgazán de la sociedad peruana, no se escusa la dejadez de sus hijos al dejarlo podrir. En todo caso, si tanta fidelidad se tiene al emprendedurismo individualista, debió de ser más valiente y proponer una alternativa de eliminación de este viejo parásito –¿anarquía?, ¡qué horror! –o apelar a la autocrítica y plantear la reestructuración de un Estado que en su caso pueda ser útil, mediante el cumplimiento de sus obligaciones y regulaciones, al mundo empresarial.

Tercero –definitivamente esta idea desencadenaría la no publicación de su libro e incluso que los televidentes cambien de canal los domingos a las 6 pm, enterrando radicalmente la emprendedora carrera del analista, pero era justo y necesario quedar bien con la nunca pasada de moda ética –, a Nano Guerra se le escapó la importantísima aclaración de que NO TODOS PUEDEN NI DEBEN DE SER EMPRESARIOS PARA ALCANZAR EL DESARROLLO Y EL ÉXITO EN SUS VIDAS, pues en las sociedades JAMÁS HABRÁ ESPACIO PARA QUE TODOS LO SEAN.

El ser humano, como casi todas las especies, ha creado sus sociedades a partir de una cadena que funciona a través de un proceso cíclico. La producción, el campo fuerte del empresariado, obedece fielmente esta regla: por cada empresario emprendedor, existe un grupo de cientos de obreros, campesinos, artesanos, ajustadores de tuercas, peladores, carpinteros, barrenderos, lustra botas, choferes y cuanto otro trabajador no empresario que tienen el DERECHO A QUE SU TRABAJO SE RESPETE Y SE LO VALORE EN IGUAL PROPORSIÓN QUE AL EMPRESARIO a través de un buenos contratos y sueldos, no de un focus groups. El mundo empresarial y el señor Nano Guerra NO ESTÁN OBLIGADOS A DESVIRTUALIZAR ESTE FIN SUPREMO.

Las sociedades están obligadas a promover esta vía de superación. Si bien el autor no es un sociólogo ni está en campaña política, debió aclarar este asunto en el supuesto prefacio, aplaudir a los impulsadores del mundo empresarial y hacer un llamado a los gerentes para que sean derechos desde adentro, desde la empresa, mediante el respeto a los contratos laborales, al sueldo justo, al pago a tiempo, al seguro médico, a la apertura de sindicatos y al respeto por su trabajo.

Finalmente, al principio dije que estaba de acuerdo en casi todos los pasos y es porque no creo en el secreto de Acurio. No acepto y mucho menos amo algo tan subjetivo como la patria. Un concepto, además, creado por unos pocos para adormecer a varios, muchos ¿Qué de igual tenemos nosotros con el dueño de un banco además de haber nacido en el mismo espacio geográfico?

Creo más bien en la identidad socioeconómica y estoy seguro de que promoviendo este concepto, el significado que abarca la palabra emprendedor pase de individualista a colectivo.

IMPERIALIZADOS, COLONIZADOS Y GLOBALIZADOS: A propósito de "La historia de María"

Hay dos sucesos históricos, dentro de las cosas producidas por la Europa, que lamentablemente en la sociedad peruana no se penetró: La Ilustración y Mayo del 68.

La consecuencia del primero, como lo diría hace un siglo José Carlos Mariategui, fue la instauración de una burguesía feudal que gozó exquisitamente los beneficios de este nuevo estilo de vida y obvió la vanguardia intelectual que se cosechaba desde el siglo XVIII en el viejo mundo; siendo así una clase social abusiva y retrógrada. La segunda, causada por la negación a las reformas setenteras que se vivían en casi todo el mundo es el neoesclavismo a las minorías sociales que, si analizamos cuidadosamente, resultan ser las mayorías demográficas.

El sometimiento y la actitud servil que hoy nos caracteriza a los peruanos, es fruto de la trágica actitud de amurallarse a las reformas que eran luchadas por el Feminismo, la Teología de la Liberación, el Movimiento Negro, el Movimiento Hippie y el Socialismo.

Como fruto del estancamiento masivo en la intelectualidad del país, se desarrolla para nuestra generación –acreedora de duros adjetivos que resumen nuestro autismo social, escasez de solidaridad y tendencia por la depredación ecológica –el clásico estereotipo servil que el empresario y autor de manuales de “emprendimiento financiero” bosqueja en el personaje principal de su última obra, “La historia de María”.

María, mujer, pobre y, seguramente, muy cobriza, afirma a lo largo de su historia que la servidumbre es la clave del éxito en el mundo comercial. En la actualidad, el neoliberalismo ha fomentado un mercado tan desenfrenado, que debido al exceso de ofertantes, el consumidor –consumista, además –tiene el poder de imponer sus condiciones y dar la última palabra, pues si la empresa no lo satisfacen, tendrá todo el derecho de patalear, gritar o simplemente voltear a su derecha y escoger entre las cien mil manos que a su alrededor le ofrecerán lo que cree desear y mucho más.

Los nuevos empresarios han llegado a tal barbarismo de saturación del mercado, que han sobrevalorado la importancia de la clientela, como si esta fuera la única pieza que garantiza el éxito empresarial, olvidando a sus trabajadores y que sin ellos, NADA habría para ofrecer a la demanda.

Este hecho ha desencadenado una constante explotación en los trabajadores de dichas empresas: realizar masivamente productos a bajo precio, ha sido sostenible sólo gracias a las políticas que apañan el subsueldo de los obreros, campesinos y personal de las empresas. De igual forma, el de estos consorcios es posible gracias al reclutamiento de personal que trabaja sin un contrato previo o con uno que no garantiza nada, a la supresión de un seguro social, a la prohibición de formar agrupaciones organizadas y a la sumisión servil que garantiza un "aprendizaje experimental" como tierno complemento al devenir de sus vidas.

Pero los trabajadores no trabajan para soportar estas políticas laborales y "aprender" de ello mediante una sorpresiva enseñanza de la vida, como lo afirma María. El campesino trabaja ocho horas, el obrero diez y el empleado cerca de catorce para ganar un sueldo que soporte su estilo de vida y el de su familia, estilo que muchas veces se limita a la sobrevivencia diaria.

María, si dejara de reconocerse como sirvienta y empezara a aceptarse como proletaria, en sus historias, exigiría a los empresarios que los trabajadores deben tener sueldos dignos y contratos que los respalden; alentaría a los suyos a formar sindicatos que sean nexos de comunicación, enseñaría de garantías y remuneraciones. Sólo así se puede hacer un sano intercambio de objetos –entiéndase también servicios –entre la empresa y el cliente, en lugar de una vergonzosa sumisión.

domingo, 6 de septiembre de 2009

A Remigio Huamán, revolucionario caído en la lucha por la Reforma Agraria

Mi nombre llevará grabado el tuyo
y mi sangre tendrá tu color.
Mi vida es tu vida, noble bandido,
mirada de vengador.

Remigio, enséñame a detener al invador
¡Pisoteemos al opresor!
Deja que mi corazón lata al ritmo del tuyo
y hazme uno más en la rebelión.

Volveremos a encontrarnos,
estudiante y trabajador,
nos veremos en el cielo
¡Arriba puño vencedor!

Viva Remigio Huamán,
estrella en Chaupimayo.
Vivan los rebeldes,
retamas de la revolución.





domingo, 28 de junio de 2009

Arriesgaremos la piel



Preludio a hemorragia social

A seis meses de la masacre ocurrida el 5 de junio en la curva del diablo, ubicada en Bagua Grande, se recupera este ensayo, parcializado, quizá, por el dolor, la furia y el deseo de justicia que se condensan en la adaptación creativa de una cantata popular de los años setenta*.

Los meses siguientes al hecho sangriento, han sido un lapso de proceso de definición de consciencia por parte del autor y otros compañeros, que hoy en día son camaradas, hermanos en el pensamiento y el deseo progresista por una verdadera revolución.

Por ello, las líneas próximas a la lectura, paridas en un marco de taquicárdicos sueños son sobre todo un arma de defensa a disposición de los indígenas, los campesinos, la clase trabajadora y cuanto otro grupo de mayoría postergada que acoge a los seres humanos considerados por unos pocos como de tercera categoría; quienes soportan, sin consulta previa ni derecho a la abstención, el privilegio de ser subpagados y asesinados para aprender a obedecer y callar.

Se espera entonces, que estas líneas generen en la gente el sano ejercicio de discernir una verdadera identidad que promueva la lucha comprometida del pueblo para lograr su verdadera emancipación.

Venceremos.
*La cantata que sirvió de inspiración para este texto fue “Cantata Santa María de Iquique”, interpretada por el grupo folclórico Quilapayún. Esta cantata narra los hechos de la masacre a los campesinos del norte de Chile que por protestar el estilo de vida de sobrevivencia infrahumano que imponía el sistema feudal, el 21 de diciembre de 1907 desencadenó en su matanza en la escuela Santa María de la ciudad mencionada.



La Historia

Hermano estudiante vengo a contarte un sangriento hecho que la historia pretende obviar. El epicentro de la masacre fue el nororiente, Bagua la ciudad. En medio del infierno, el 5 de junio del 2009, fueron a masacrar. Allá, en la lejana selva, los búfalos mandaron a matar. Aquello que desconocemos, pero bien lo disfrutamos, garras extranjeras pretenden arrebatar.

Seré un humilde narrador, recio hasta el final. Diré la verdad fuerte y amarga de nativos con nuestra identidad. Recordarán esta historia de duelo y sin perdón. Por más que el tiempo pase, no hay nunca que olvidar. Ahora les pido poner atención. Abran sus ojitos, peguen un vistazo y aviven su percepción.
…..

Si cambian sus miradas al centro y contemplan el mundo que está a su izquierda, verán que el sol aparece en el occidente y el oeste es cubierto por un gélido ocaso: las montañas bañadas de mercurio y la quebrada sometida por entes extraños. También verán mineros de manos peladas y otros tantos muertos de cuarenta años, un mundo intoxicado de nubes foráneas. Los sobrevivientes son obligados a trabajos humillantes, dispersos sin representantes. Las agrupaciones están prohibidas y las órdenes dictan escarbar noche y día. Un mundo gitano, lleno de nómades andanzas debido al arrebato de sus enraizadas casas. Aquella quebrada es sometida a duras flageladas.

Y si el ojo está sano, podrán estirar sus miradas y escarbar entre árboles sobrevivientes, aquel mundo oculto para no llegar a la misma jarana. Si contemplan la selva y el horizonte, verán que sobre ella se asoma una cruda amenaza.
……..

Se habían acumulado muchas miserias, muchas injusticias e insolencias. Ya no podían más y las palabras tuvieron que pedir lo que debían. Durante el 2008 y 2007, el hambriento monstruo del occidente intentó arrebatar a los hermanos nativos sus tierras, pues todo lo que dentro de ella se almacenaba era conocido con el nombre riquezas.

El pueblo amazónico no se quedó callado y la bulla fue un arma de defensa: leyes que servían de respaldo a gallinazos de garras extranjeras. La manifestación fue grande y el Congreso se comprometió a evaluar aquel disparate: primero de febrero, era la fecha límite para reencontrarse.

La promesa del presidente del Congreso, Javier Velásquez Quejen, había sido manchada por una pestilente declaración que negaba su promesa. Las cartas de recordación se habían agotado y no hubo alguna respuesta. El Primer Ministro se unió a esta caravana; regresando de sus vacaciones, sólo sirvió de fachada.

A principios de abril del año 2009 se gestaba la protesta en toda la selva y al mismo tiempo se escuchaba un grito que volaba sobre los bosques. De una a otra comunidad se oían como ráfagas los reproches de los nativos, de una a otra oficina, los congresistas, su rostro indiferente, el desprecio.

¡Qué les puede importar la rebeldía de los desposeídos, de los parias! Ya pronto se irán arrepentidos, el hambre los regresará cabeza agacha.

“¿Qué hacer entonces, qué, si nadie nos escucha?” Hermano con hermana preguntaban... “Es justo lo pedido y es tan poco ¿Tendremos que perder las esperanzas? “
Así con el amor y el sufrimiento se fueron aunando voluntades. En un solo lugar comprenderían, había que bajar a Bagua Grande.
………….

A partir el 18 ocho de abril se hizo el largo viaje por toda la Amazonía. Cinco mil bajaron o tal vez más, con silencios gastados listos para protestar. Iban bajando ansiosos, iban llegando los miles de las comunidades, los postergados. No mendigaban nada, sólo querían respuesta a lo pedido…RESPUESTA LIMPIA.

Algunos en la selva los comprendieron y se los unieron, eran hermanos suyos todos aquellos. Y se solidarizaron los de las dos Baguas, los Condorcanqui, luyanos y de Loreto. Rogriguez de Mendoza, Tarapoto y Yurimaguas. Gasfiteros, estudiantes y profesores. Albañiles, madres, todos los trabajadores. Gente de apoyo justo… ¡peruanos pobres!

Los señores de Lima tenían miedo, era mucho pedir ver tanto obrero. El nativo no era hombre a cabal, podía ser ladrón o asesinar. Mientras tanto el Congreso se volvía un circo, de caprichosos tildaban a los nativos y a ellos se unieron los pingüinos, que también cacareaban miles veredictos. Uno gritó con flaqueza “habrá que cuidarnos de tanta bestia. Será mejor juntarlos en algún sitio, que anden por las calles es un peligro”.
…………………….

El escenario de los hechos, era un puente macabro y esta zona todos la conocen como La Curva del Diablo. Se plantaron firmemente en una huelga pacífica, mientras que en la capital los Apus buscaban derogar los sustentos de una neoconquista.

Siete días esperaron, pero qué infierno se vuelve cuando la tierra se está jugando con la muerte.
Mientras tanto la ceguera seguía en Lima, el búfalo mayor balbuceaba con energía: “la selva es de todos los peruanos y no solo de un grupo”, eso señor Presidente, dígaselo a los dueños del neolatifundio. Los nativos jamás imaginaron que ellos serían los aplastados. En cinco regiones de la selva, el estado de sitio fue declarado.

El camino de la diplomacia se fue acabando y la negación con la furia se fueron asomando. Cuatro de junio del 2009, a caballazos suspendieron la derogatoria pendiente. Semanas antes del suceso, Rosario Fernández avivó la furia con su condimento: “Nativo desprevenido” llamó a Pizango, como si protestar por la tierra fuera un descaro.

La brisa traía consigo terror oculto. Era el quinto día del mes de junio.
……………………………….

“Usted señor ministro no nos entiende. Seguiremos esperando así nos cueste. Ya no somos animales, ya no rebaño. Levantaremos la mano, el puño en alto. Vamos a dar fuerzas con nuestro ejemplo y el futuro lo sabrá, se lo prometo. Y si quiere amenazar aquí estoy yo. Dispárele a este indígena en el corazón”.

A las cinco de la mañana del quinto día del mes de junio, 369 efectivos de la Dinoes emboscaron silenciosamente a los nativos que estaban en conjunto. En alianza con cientos de policías, mantenidos en esta guerra con sólo s/. 6.50, los miembros de operativos especiales comenzaron brutalmente la violencia. Inesperadamente alzaron fuego, creando confusión y desespero. El crudo masacre de la primera hilada, dio inicio a la matanza descarrilada.
…………………………………………….........

Durante la masacre murieron trescientos nativos uno tras otros. Trescientos hermanos nuestros que fueron matados. Aquella mañana la curva del diablo vio sangre nativa, una sangre que conocía sólo miseria. Serían trescientos indígenas ensordecidos y fueron trescientos peruanos enmudecidos. Ahí fue el exterminio de vida que moría en cada latido. Trescientos amazónicos matados, veintinueve policías ¡ASESINADOS!

…Un estudiante juega en su universidad a ser exitoso en la vida. Si juega a ser dueño del mundo ¿Qué encontraría?...

A los hombres de la selva que anhelaban mucho más, los mataron como a ratas, pues había que matar. A nativas de la selva, que apoyaron hasta el final, también las matarían, los búfalos llegaron a arrasar. Y a policías de la costa, que fueron carne de cañón y que en su triste agonía, cavaron su propio panteón.

Está prohibido que ser pobre, querido hermano, es peligroso también ser peruano. No hay que ser de otra clase hermana, no somos de primera clase, esa es la jarana. Existen categorías, no hay más palabras. Moriremos despiadadamente, querida hermana. Y tú también niñito, no nacerás pequeño hijito. No vivirás aquí papito. Esto no te pertenece, cándido tontito...
……………………………………………………………………


Hermano universitario, aquí termina la historia de una arrolladora carnicería. Ahora, con mucho respeto, yo pediría, que leas con atención la prosa de despedida.

Tú que ya has leído la historia que se contó,
no sigas ahí sentado, pensando que ya pasó.
No basta sólo el recuerdo, la prosa no bastará.
No basta sólo el lamento, miremos la realidad.

Arriegaremos la Piel


Arriesgaremos la piel

sábado, 27 de junio de 2009

martes, 16 de junio de 2009

Lo que hemos logramos

Cuánto hemos jugado, queridos hermanos.
Cuántos, sobre charcos de sangre y dolor.
Las lágrimas hoy nos unieron,pero pronto las risas serán.
Hoy, queridos hermanos, derogamos una ley,
otras represiones vendrán.
Tengamos dura la piel,firmes hasta el final.
Que nuestras gargantas sean instrumentos de difusión.
Que de la decepción nazcan reformas y se haga la revolución.
Vistámonos de solidaridad y propuestas.
Hagamos juntos herramientas de acción.
El fusil más poderoso, hermano mío,
es el conocimiento y la razón.
No seguiré esta pachanga,
no más floro por favor.
Sólo quiero recordarte, compadre querido,
la consecuencia de tu apoyo y cándida decisión.
Venceremos.
Fotografías del día de la marcha por la paz - 11 de junio 2009
Fotógrafo: Julio Flores

viernes, 29 de mayo de 2009

viernes, 22 de mayo de 2009

¡Basta ya!


Esperé que otros la hagan pero ya me harté. Espero que los amigos y enemigos, blandeques y no blandeques, fashion y no fashion, caviares y moluscos, vivos, muertos, izquierdistas, twitteros, naranjitas, mandarinas, estrellitas rojas estrelladas, ratas, leones, neonazis y demás, es decir, todos los peruanos que pasen por aquí, se animen a añadir esta inofensiva imagen en su blog, facebook, hi5 o lo que tengan. ¿Cuántas veces mandaste y recibiste cadenitas de animalitos muriéndose al otro lado del mundo? Estos niños viven en nuestro país, my bad, vivían. Este es el verdadero tema que debería indignar a la cholósfera, bueno, si es que sigue viva. A mí, que tengo un hijo de un año y medio, sí me indigna y me da asco esta situación de indiferencia y nula cobertura por parte de los medios tradicionales.Gripe A versus niños muertos de frío. GiacosaEn lima no te mueres de frío. ÚteroA riesgo de caer pesado. ÚteroMás fríos que la helada. ÁlvaroEl frío y la indiferencia. Patricia del RíoEllos no son noticia. HeduardoAcción, prevención y solidaridad ante ola de frío. El ComercioNiños del Perú: violencia, desamparo e indolencia. Sonia LuzSiguen muriendo niños por las heladas en Puno. Caviar de CianuroDa rabia volver a escribir sobre las heladas. Caviar de Cianuro.


ACLARACIÓN


El dibujo fue publicado el viernes pasado en el Otorongo, recién ahora sé que el dibujante se llama Miguel Det. Espero que alguien me pase su blog o facebook para enlazarlo. Y si alguien que sabe usar esa vaina del facebook logra meter la campaña allí, tanto mejor. Los medios tradicionales deben respetarnos. Y gente de otros países debe saber que no todos somos indiferentes a estos problemas.

lunes, 4 de mayo de 2009

Poema a la vieja generación

Queridos padres:
Perdonadme por hacer más grises sus días,
sé que el invierno no es vuestra mejor estación.
Sus hígados revientan
mientras crece mi imaginación.
Disculpadme por pensar distinto a ustedes,
por creer en un mundo diferente
y avergonzarlos en el intento.
Yo elegí un camino largo y fatigoso
pero mi corazón dice que es el victorioso.
No espero que me apoyen,
pues confío en mi cándida lucidez.
Sólo anhelo que desistan
de vuestro hiriente desinterés.
Padres míos,
Lamento no temerle al cambio,
de no ser precavido en mis conclusiones.
Creedme,
en mi intento revolucionario,
nunca planeé llenarlos de desilusiones;
no pensé que podía afectarlos;
no por ello, pienso abandonarlo.
Nunca duden de sus entrañas,
jamás os daré la espalda.
Aunque quizá llegó el momento
de dejar atrás vuestras faldas.

lunes, 13 de abril de 2009

Un verso a la revolución

Hablar, hablar y seguir hablando.
Hablando, hablando
y de tanto hablar estoy cansado.
Accionar es lo que quiero, ahí se esconde la revolución.
La verdadera revolución, de la que tanto hablo,
pretende alcanzar más que un simple discurso.
El discurso es bueno,
si es que produce la acción:
la acción de educar, la fuerza de la cualidad y la pasión de crear.
Fortalezcámonos con las raíces del pasado y los frutos del futuro.
Creemos un presente de cambios y evolución,
hagamos una realidad de solidaridad y educación.

martes, 24 de marzo de 2009

Existo, luego estudio

La educación es un vehículo de movilidad pero también el espacio donde se manifiestan de manera descarnada las diferencias. Por esa razón, a veces el contenido de una lonchera dice más que los cálculos sesudos de los economistas sobre la realidad del país.

Las casitas del barrio alto, con rejas y antejardín, tienen una preciosa entrada de auto que siempre espera un Peugeot. A las siete y diez de la mañana, la gruesa puerta de caoba se levanta automáticamente y con elegante destreza retrocede la preciosa máquina gris que, al hacer ruido, enfatiza su modernidad.

Llegado el momento, el conductor lleva de la mano a su minúsculo clon por las instalaciones del prestigioso colegio Alexander Fleming. El chicuelo trae sobre sus hombros una ligera mochila que enfatiza la tendencia deportiva del papá. En su gruesa mano, papi sostiene una amplia lonchera blanquiroja –de ésas que se llevan al picnic –que sugiere al escuincle un emocionante día de largas horas escolares.

Mateo tiene siete años y está en segundo grado. En el enorme umbral que separa la libertad de la opresión, un extraño ser de cabello largo y castaño, jeans holgados y lentes de lunas flotantes le da la bienvenida. Mateo alza la mirada y descubre que entre los dientes de su nueva miss, hay una extraña sustancia verde acumulada. El infante, aterrorizado, aprieta el brazo de su papi e intenta refugiarse en él.

La miss Patty intenta animar al llorón; abre inmensamente los ojos y labios para saludarlo y le asegura tener un día espectacular: papi es cómplice de la mentira y anima a la víctima ir a la cámara de tortura. La maestra de ojos desviados se ruboriza cuando papi, muy galán con esos lentes oscuros, le aprieta la mano y se despide de ella.

En su lonchera blanquirroja, bajo la sigilosa supervisión de mami, la nana María le ha puesto a Mateito una manzana comprada en Wong, una leche chocolatada marca Gloria y un sandwich triple de pollito deshilachado con mayonesa, duraznos de lata y jamón con queso. Además, dentro de su moderno termo que mantiene la temperatura del líquido por varias horas, una refrescante limonada le calmará la sed cuando el muchacho haya sido víctima del asfixiante calor.

Condenados por la campana


El recreo es el momento en el que los niños se integran verdaderamente entre sí. Los pequeñuelos empiezan a hacer grupos con otros infantes que comparten sus preferencias, inclinaciones y gustos. Es así como durante esta pequeña catarsis, diminutos cuervos se dedican a sacarse los ojos satisfactoriamente brutales y en el más perverso descaro.

Los demonios clavan afilados puñales sobre la espalda de sus compañeros. Les encanta ostentar la anchura de los bolsillos de papi y la belleza de mami. Se jactan de las veces que visitaron ese extraño pueblo llamado Miami y enfatizan el neo feudalismo que papi realiza desde su BlackBerry mientras va en su Hammer a trabajar.

Por fortuna, los alumnos del Ramón Catilla no pueden alienarse con una afeminada situación. Estos jóvenes están preocupados por otros asuntos, otras responsabilidades.

Los recesos de la escuela militar han sido reducidos a silenciosas caminatas durante unos minutos. En estos periodos, si son astutos, pueden hacer una que otra relación con personas de su mismo sexo; después de todo, son muchachos.

Las loncheras, en esta escuela, han sido reemplazadas por contundentes platillos. A las seis y diez de la mañana, los jóvenes están listos para desayunar. Cada estudiante consume diversos platillos; puede ser avena, jugo de leche, panes o frutas. La elección, no obstante, es realizada por un superior.

En el comedor, un simple cuarto repleto de mesas y sillas grupales, se ubica a los jóvenes según su cuadra. La cuadra es el color distintivo que se da a cada grupo de jóvenes, según el grado escolar en el que se encuentren. Sin embargo, en una mesita exclusiva y aislada, los brigadieres desayunan silenciosamente mientras que la plebe estudiantil los contempla y les reza una que otra oración.

Los jóvenes cadetes viven recluidos el 90% de su adolescencia en el colegio militar Ramón Castilla. Ahí, los muchachos aprenden a odiar a los chilenos por el simple hecho de serlo y los maestros, intoxicados de oxidados valores, sufren delirios orgásmicos al fantasear con la descarrilada idea de formar idiotas que se enreden con su bandera o asesinen a sus hermanos.

En las aulas, minúsculas bombas de tiempo esperan que sea la hora para reventar y repetir atrocidades similares a la Putis –123 campesinos violados y asesinados por los militares –o en Santillana –50 civiles asesinados por tropas de la marina – ¡mataremos huanacos porque sí!

Los cadetes disfrazarán la problemática social con ensordecedores fusiles. Los otros, los rubiecitos del barrio alto, ignorarán al indio, al que jode, al postergado, con la bulla de sus aparatejos alienantes. Durante las tardes, mientras realicen algún Science Project, recordarán lo apestosos e insoportables que pueden ser. Sin embargo, no considerarán que, tal vez, la señora que día a día los vigila sea tan apestosa e insoportable como todos los demás.

La verdadera comezón

En Trujillo, el submundo se encuentra sobre la ciudad. En un enorme y árido cerro está el distrito de El Porvenir. Dentro de éste, se esconden a la vista de foráneos los diversos grupos de viviendas más pobres de la ciudad. Entre ellos, están los distritos de Víctor Raúl y Alto Trujillo e incluso, el asentamiento humano Túpac Amaru, uno de los tantos que abruma la vista de dicha montaña.

Gladys Mata vive en Víctor Raúl. Ella tiene dos hijos, Zoila Vega de diez años y Bryan Esteban de uno. Actualmente, ninguno de los dos niños va a la escuela ya que Zoila no tiene los cuadernos para comenzar en su nuevo centro educativo, donde supuestamente recibirá atención personalizada debido a su hiperactividad. El segundo, según su madre, lloraba demasiado porque se sentía solo.

Mata cuenta que durante el periodo de escuela, le enviaba a Zoila pan con huevos fritos, frutas y agüita de algo, todo esto empaquetado en una bolsa transparente. En el caso de Bryan, por ser pequeño, con la leche era suficiente.

Su vecina, la señora Rosa Mattos, dice que a su hija Kimberly, de doce, le da un sol diario para que se pueda alimentar. En el kiosco de su escuela el Leoncio Prado, una señora regordeta vende ceviche, arroz, papas, tallarines y refrescos por sólo un sol.

Últimamente, Pilar Rojas, que vive en el asentamiento humano Túpac Amaru, está ajustada con las cuentas que debe pagar. Afirma que matricular a su hijo le ha costado cerca de setenta soles, ya que la matrícula ha costado cincuenta soles, la bacante de matrícula, siete soles cincuenta, la libreta cinco y otros cinco más que el director no especifica la razón del gasto.

Doña Pilar, de cuarenta años, tendrá que pagar callada las cuentas que suman cada vez más. Nunca podrá reclamar ni exigir, pues vive en una incómoda posición. No conoce sus derechos y sus hijos tampoco, porque es mejor y más fácil vivir así. Los hijos de la doña y de todas las otras del tercer mundo estarán condenados a integrarse al tirano mundo clasista en el que actualmente vivimos. Después de todo, si no existiera un Porvenir ¿Dónde lavaríamos nuestras consciencias los chiquillos buenos de las escuelas y universidades de tiernos valores católicos?

Último texto publicado en Día30

miércoles, 4 de marzo de 2009

Ventanita revolucionaria


Suena el despertador, ocho en punto de la mañana. La cama se vuelve chiclosa y es imposible despegarla de la piel…. ¡cinco minutos más, por favor! Cinco minutos, el tiempo decisivo de una vida; una catarsis donde se puede alcanzar la gloria o perder la felicidad.

El sol brilla cachaciento de su libertad. Abajo, en el inframundo, voy camino hacia represión. La injusticia se interpuso nuevamente entre la haraganería y yo. Ocho meses de duras fatigas y ahora, nuevamente, dos nuevos de labor.

Atrás quedarán las infinitas noches en las que el pálido amanecer suspendía las disparatadas charlas del placer lúdico, la inexistencia de dios y el sueño de estropear la vida de oxidados burgueses y sus obsoletos valores.

La camisa y el pantalón son el símbolo visual del cambio de vida. Sólo faltan diez minutos para estar sobre la hora, nueve en punto es la cita. Al tomar el taxi doy una última revisada de lo que dejo atrás e intento alucinar con lo que llegará.

Ya en la oficina, el contratista me pregunta si hoy mismo puedo comenzar: ¡Ni este, ni mañana. Me he comprometido con mis discos, mi cama y uno que otro libro! “ Si señor, por mí normal”, le respondo.

El contratista me guía hacia la sala de redacción. En esta pequeña laguna cargada de cibernéticas cajas, cada uno naufraga en la suya; algunas están vacías, sus propietarios siguen de vacaciones. Me presentan a uno de mis jefes y yo me quedo a su cargo.

La primera experiencia noticiosa fue interesante. Hasta ése momento creí que aún estaba en el periodo universitario, donde un ‘mañana’ todavía podía funcionar. Tras haber recibido mis comisiones del día, lancé mi primera bomba de estupidez -"¿cuándo debo de presentarlas?" -pregunté.

Para empezar, las comisiones son encargadas para ayer -me dijeron -pues un periodista vive siempre en el mañana. Además, no hay pretexto alguno que pueda justificar la caída de una nota; o sea, el periodista está obligado a irse, al final de día, con la satisfacción de haber cumplido completamente su trabajo.

Una de las cosas más extrañas, siempre fue el mal manejo de los horarios. Siendo el tiempo el peor enemigo de las noticias, parecía extraño que en un punto de encuentro los colegas y protagonistas de los hechos llegasen injustificadamente tarde. Recuerdo que un día nos habían citado para una conferencia de prensa en la que los periodistas llegaron 25 minutos más tarde que nosotros y el conferencista llegó una hora y media después del horario pactado.

A esta ingrata experiencia, se sumaron muchas más de similar magnitud. Estaban los tardones, pero también los olvidadizos. Los que pactaban una cita y desaparecían de la faz de la tierra. De igual forma, la eterna espera a una respuesta de rechazo, que era el agregado a las labores a las que ya me había comprometido.

La gacela desmembrada
“El desalojo de la tía vende, vende. Un muertito que hemos encontrado en el Belén… un patita del Regional tiene tuberculosis, está internado hace dos semanas y nadie lo ha venido a ver”.

El maretazo cargado de pirañas abruma al personaje de los hechos. Todos hambrientos por destrozar a la presa. Arriba, los gallinazos vuelan en círculo, esperando la mejor parte: los residuos.

La gacela parece despreocupada por su muerte. Cada piraña tomará la mejor parte según la oportunidad que logre crearse. Los gallinazos aletean y el cuello de la víctima es arrancado súbitamente por las afiladas muelas del despiadado animal náutico.

Las serpientes, con sus colmillos, han destrozado la muralla que protegía el río del bosque: ellas sabían que la gacela provocaría alboroto en el agua, últimamente escasean increíblemente.

La ola ha retrocedido, aún así, los peces siguen devorando a su víctima. Ya satisfechos, retroceden con sus pequeños estómagos hinchados. La gacela aún vive, sólo una membrana une su cuello con el resto de su cuerpo. La piel del rostro le ha sido arrancada y las vísceras las tiene desparramadas.

El charco de tripas es calentado por el sol y algunos parásitos escapan sofocados de su hogar. Ellos han ido devorando al animal día tras día, moviendo sus labios y envenenando su cuerpo. Son los culpables del retardo de la presa.

Ya agonizante, la gacela siente un picotazo en el cráneo y muchos más en el resto del cuerpo. Sus huesos son atravesados por filudas tijeras y derretidos por ardientes ácidos. Son los gallinazos y están sobre ella; casi no puede ver la luz, sólo puede adivinar cabezas lampiñas y arrugadas.

El pequeño animal, despellejado y mutilado está preparado para espirar. Acumula las pocas fuerzas que queda y logra sonreír, es una sonrisa de satisfacción, la misma que se le escapó en el momento que vio llegar la ola.

Una mirada desde el horizonte
El cielo es anaranjado y todo el paisaje resulta rojizo. El sol está muriendo y el mar parece una enorme laguna en su máxima pasividad. Logro sostenerme sobre la húmeda alfombra salada y la negritud de mi imagen se voltea hacia el planeta desde el horizonte.

Cada vez resultan más lejanas las mañanas sobre la camioneta azul y los aislados paisajes del alejado Trujillo. Laredo, Salavaerry y Florencia de Mora serán un pequeño sueño realista. Quedan atrás las vivencias y el porvenir se llena de nuevos retos, nuevos cambios, la revolución completa.

Entre papeles quedarán archivados los recuerdos y cada nota será la evidencia del tiempo y espacio dedicado. Esta experiencia ha ampliado el camino y ha dejado la oportunidad de unir a más caminantes. La lucha por la mejora social espero que se haya activado.

Trabajar en este medio ha sido una ventana con vista hacia la realidad. Una realidad que muchas veces da la espalda a sus conflictos y esconde la cabeza frente a las adversidades. Un mundo creado por personas temerosas al cambio y sirvientes de viejos valores opresores. Una vida caótica y difícil, pero con una ligera esperanza de mejorarlo todo, hacerlo bien.

Ha sido también el pretexto para crear nuevas amistades con los ‘locos, pastores, papuchos y teteras’. Personas que se solidarizaron con mi inexperiencia y fueron el soporte para poder subir uno que otro escalón.

De mis colegas he aprendido mucho en enseñanzas particulares. De mí, espero que hayan absorbido la inquietud por el cambio y la mejora, la rebeldía de la juventud y la inocencia de confiar firmemente en los ideales. Por lo demás, asumo que la diversión lúdica en el día a día fortalece el trabajo dentro nuestra profesión. ¡Viva la revolución Cultural!

martes, 20 de enero de 2009

Belleza convertida en caos


La palabra gimnasio proviene de la raíz griega gimnus, que significa desnudo. Para los griegos, el gimnasium era un recinto donde a través de simples pero arduas disciplinas, se cultivaba el cuerpo y todo lo producido por él. La lógica de los griegos era: para poder formar el físico y la mente, había que despojarse de todo lo pudiera impedir el proceso. Es por ello que a los gimnasios se acudía sin prenda alguna, con la mente y oídos atentos al instructor.

Los romanos, algo astutos, copiaron las grandes costumbres griegas siendo una cultura de mucha producción.

Con la llegada del cristianismo y la absurda idea del rechazo al cuerpo, la Europa cayó en un oscurantismo mental y por ende, un desinterés al culto por el físico: fue la época en que las pestes arrasaron miles de la aldeas y la ineptitud de la medicina llegó al punto máximo.

No fue hasta a mediados del siglo XV, que en Italia un pensamiento humanístico apareció como luz en las tinieblas de una Europa medieval. El Renacimiento (palabra derivada de la voz italiana rinascita, que significa renacido) fue el movimiento que engrandeció al hombre, su belleza y su capacidad. Era el momento en que, por primera vez, la Iglesia dejó por un corto plazo toda su patanería y bajó con humildad hacia la gente. Fue la época en que se creía que a dios se lo encontraba en el cuerpo y por ende, había que cuidarlo y cultivarlo; de ahí que los arquitectos renacentistas recuperaron el concepto de simplicidad en los templos.

Fue el momento en que la naturaleza humana redescubrió sus capacidades y creó de su entorno un constante gimnasio donde la belleza y las ideas eran parte de su existir. Nunca más, el hombre volvió a explorarse a sí mismo en semejante magnitud y sobre todo, con el simple propósito de embellecerse.

Tras siglos de olvido, el ser humano volvió rescatar una última vez y de manera extraña, la tendencia a la perfección del ser. En la Alemania del ochocientos, Friedrich Jahn creó el primer gimnasio de la Edad Contemporanea con el mismo concepto que manejamos en la actualidad.

La idea de Jahn era exaltar mediante la gimnasia el siempre fanático amor patrio. De ahí que, en los próximos años, la tendencia por esculpir el cuerpo y mostrar atractivas figuras iba de la mano con los adormecedores vaoleres patrióticos de las grandes naciones.

En la actualidad, wl gimnasio es una de las más lucrativas empresas que se dedica a garantizar la mejoría del cuerpo. A través de pesas, fajas para caminar, tablas para hacer abdominales, bicicletas de miles de estilos y métodos de ejercitación, los gimnastas dedican, en promedio, dos a cuatro horas diarias en el lento y silencioso esculpido corporal.

A principio de siglo, la idea de esculpir el cuerpo era sólo de unos cuantos varones vanguardistas. El rechazo corporal se había alojado tan bien en la idiosincrasia colectiva, que ¿para qué perfeccionar algo que nunca va a mostra

Sin embargo, con el pasar de los años, y debido al bombardeo de estereotipos lanzados por el cine y la publicidad, millones de hombres se animaron a dedicar horas en fortalecer sus abdómenes e inflar sus bíceps. Para los años setenta y gracias a la revuelta feminista , las mujeres, de manera súbita y progresiva, se integraron a disciplinas deportivas y por ende a los gimnasios, como prueba de que humanos de ambos sexos gozan de la misma capacidad.

En Trujillo, ir al gimnasio es sinónimo de gozar de una buena condición económica, ya que, en las sociedades del tercer mundo, dedicarse a mejorar la mente y el cuerpo es todo un lujo. Allí, se puede encontrar personajes que, seguramente, Platón y Michelangelo si renacieran, habrían muerto nuevamente, debido impresión. Los ejercicios gimnastas dejaron de ser un complemento de las disciplinas deportivas y se han convertido en un acto casi vital.

Los rituales para ejercitarse varía, según la condición social, sexo y edad del o la gimnasta. Algunas, treinta y cinco minutos previos al calentamientos, se dedican a conversar acerca de la vida social de la amiga que ese día faltó –también la lengua es un músculo – y si antes, se vivía una competencia por mejores resultados de su cuerpo, ahora la guerra silenciosa depende del bolsillo: zapatillas de trescientos dólares, bolsos de cincuenta dólares, shors de veinte dólares, rehidratante de tres dólares, porque claro, aquí se juntan eruditos y humanistas.

En la actualidad, el gimnasio se ha convertido en el culpable de la monotonía y el sedentarismo, debido al exceso de máquinas que garantizan nuestra comodidad al volvernos haraganes por no hacer nuestro trabajo. Si una vez, teníamos la costumbre de largas bicicletadas por las afueras de la ciudad, hoy estamos condenados a la ridiculez de correr 35 minutos sobre una faja y montar bicicleta viendo el mismo paisaje, aislándonos de nuestro entorno y cayendo en una alarmante actitud de extrema individualidad.

El gimnasio, por ende, dejó de ser hace mucho, lo que solía ser, pues los hombres hemos ido abandonando, poco a poco, la humildad. Hemos alienado nuestra actitud de mejorar nuestro cuerpo, debido a que nos hemos alienado como individuos y como nación. En la actualidad, el gimnasta, logra el cuerpo que la publicidad lo hace creer que es perfecto, al alienar su condición humana inyectándose hormonas que causan atroces resultados. Nos sentimos deportistas, por hacer veinte minutos de seudoejercisios y creemos que vestirnos en shors y lonetas nos hace diferentes, cuando sólo logramos vernos ridículos. Nos hemos vuelto una sociedad adicta al concepto de salud –consume light, energizantes y adelgazantes, a costa de los preservantes, colorantes y químicos adicionales –a costa de nuestra propia sanidad –hacemos muy bien cuando moneamos a nuestros vecinos del norte –.

Si una vez la ciencia, el arte y la tecnología, estaban vinculados mutuamente, era porque en la mente y el cuerpo había una fuerte conexión. Tal vez, el resultado de ver tantos cuerpos bonitos y mentes vacías o de encontrar músculos perfectos a costa de químicos y cirugías, sea porque tenemos el cerebro excesivamente flácido. Si en algún momento de nuestro presente, nos dedicáramos a construir gimnasius que fortalezcan este músculo, podría existir una remota esperanza de que el hombre se sumerja, una vez más, en una aventura de autoexploración.

Prosa de un protestante

Protesto porque no están conformes mis ojos.
No es por amargura, sino por insatisfacción.
Protesto, luego de conocer lo bueno; debe ser mejor.
Si protestar me hace un renegado, debo decir que no.
El renegado huye, el protestante busca ser vencedor.

El ser humano debe ser libre, para que pueda madurar.
La protesta abre puertas y es el hombre quien debe andar.
La andanza no es sólo divago,
pues en ella se encuentra la razón.
La lógica a veces está desquiciada,
pero sólo un protestante la puede ver en su vocación.