sábado, 8 de septiembre de 2007

Apocalipsis juvenil



¿Cómo arribamos acá?
Cabellera pintada y vida de haragán.
¿Cómo llegamos aquí?
Una rutina diaria y sin filosofía en ti.
Siempre que miro atrás:Tortícolis; no quisiera voltear.
Sin dinero, no escaparé de aquí.
Sin un tesoro invisible, no podrías partir.
Estoy adolorido, me han mutilado.
Y miro triste: ninguna prótesis me habrá curado.
Mi cerebro, mi gran fuente, está yermo y no sé qué hacer.
Tú cerebro está rígido, te volviste a exceder.

2 comentarios:

Andrea Fernández Callegari dijo...

Jimmy, a la vez estás comprometido con el mundo, pero también te produce temor conocer otra realidad... tienes mucha sensibilidad poética, sigue asi!! besos :)

equisy dijo...

Señor felicidades, es un pensamiento muy profundo, espero que esto sea de utilidad para concienciar a los demás habitantes del mundo.