domingo, 28 de junio de 2009

Arriesgaremos la piel



Preludio a hemorragia social

A seis meses de la masacre ocurrida el 5 de junio en la curva del diablo, ubicada en Bagua Grande, se recupera este ensayo, parcializado, quizá, por el dolor, la furia y el deseo de justicia que se condensan en la adaptación creativa de una cantata popular de los años setenta*.

Los meses siguientes al hecho sangriento, han sido un lapso de proceso de definición de consciencia por parte del autor y otros compañeros, que hoy en día son camaradas, hermanos en el pensamiento y el deseo progresista por una verdadera revolución.

Por ello, las líneas próximas a la lectura, paridas en un marco de taquicárdicos sueños son sobre todo un arma de defensa a disposición de los indígenas, los campesinos, la clase trabajadora y cuanto otro grupo de mayoría postergada que acoge a los seres humanos considerados por unos pocos como de tercera categoría; quienes soportan, sin consulta previa ni derecho a la abstención, el privilegio de ser subpagados y asesinados para aprender a obedecer y callar.

Se espera entonces, que estas líneas generen en la gente el sano ejercicio de discernir una verdadera identidad que promueva la lucha comprometida del pueblo para lograr su verdadera emancipación.

Venceremos.
*La cantata que sirvió de inspiración para este texto fue “Cantata Santa María de Iquique”, interpretada por el grupo folclórico Quilapayún. Esta cantata narra los hechos de la masacre a los campesinos del norte de Chile que por protestar el estilo de vida de sobrevivencia infrahumano que imponía el sistema feudal, el 21 de diciembre de 1907 desencadenó en su matanza en la escuela Santa María de la ciudad mencionada.



La Historia

Hermano estudiante vengo a contarte un sangriento hecho que la historia pretende obviar. El epicentro de la masacre fue el nororiente, Bagua la ciudad. En medio del infierno, el 5 de junio del 2009, fueron a masacrar. Allá, en la lejana selva, los búfalos mandaron a matar. Aquello que desconocemos, pero bien lo disfrutamos, garras extranjeras pretenden arrebatar.

Seré un humilde narrador, recio hasta el final. Diré la verdad fuerte y amarga de nativos con nuestra identidad. Recordarán esta historia de duelo y sin perdón. Por más que el tiempo pase, no hay nunca que olvidar. Ahora les pido poner atención. Abran sus ojitos, peguen un vistazo y aviven su percepción.
…..

Si cambian sus miradas al centro y contemplan el mundo que está a su izquierda, verán que el sol aparece en el occidente y el oeste es cubierto por un gélido ocaso: las montañas bañadas de mercurio y la quebrada sometida por entes extraños. También verán mineros de manos peladas y otros tantos muertos de cuarenta años, un mundo intoxicado de nubes foráneas. Los sobrevivientes son obligados a trabajos humillantes, dispersos sin representantes. Las agrupaciones están prohibidas y las órdenes dictan escarbar noche y día. Un mundo gitano, lleno de nómades andanzas debido al arrebato de sus enraizadas casas. Aquella quebrada es sometida a duras flageladas.

Y si el ojo está sano, podrán estirar sus miradas y escarbar entre árboles sobrevivientes, aquel mundo oculto para no llegar a la misma jarana. Si contemplan la selva y el horizonte, verán que sobre ella se asoma una cruda amenaza.
……..

Se habían acumulado muchas miserias, muchas injusticias e insolencias. Ya no podían más y las palabras tuvieron que pedir lo que debían. Durante el 2008 y 2007, el hambriento monstruo del occidente intentó arrebatar a los hermanos nativos sus tierras, pues todo lo que dentro de ella se almacenaba era conocido con el nombre riquezas.

El pueblo amazónico no se quedó callado y la bulla fue un arma de defensa: leyes que servían de respaldo a gallinazos de garras extranjeras. La manifestación fue grande y el Congreso se comprometió a evaluar aquel disparate: primero de febrero, era la fecha límite para reencontrarse.

La promesa del presidente del Congreso, Javier Velásquez Quejen, había sido manchada por una pestilente declaración que negaba su promesa. Las cartas de recordación se habían agotado y no hubo alguna respuesta. El Primer Ministro se unió a esta caravana; regresando de sus vacaciones, sólo sirvió de fachada.

A principios de abril del año 2009 se gestaba la protesta en toda la selva y al mismo tiempo se escuchaba un grito que volaba sobre los bosques. De una a otra comunidad se oían como ráfagas los reproches de los nativos, de una a otra oficina, los congresistas, su rostro indiferente, el desprecio.

¡Qué les puede importar la rebeldía de los desposeídos, de los parias! Ya pronto se irán arrepentidos, el hambre los regresará cabeza agacha.

“¿Qué hacer entonces, qué, si nadie nos escucha?” Hermano con hermana preguntaban... “Es justo lo pedido y es tan poco ¿Tendremos que perder las esperanzas? “
Así con el amor y el sufrimiento se fueron aunando voluntades. En un solo lugar comprenderían, había que bajar a Bagua Grande.
………….

A partir el 18 ocho de abril se hizo el largo viaje por toda la Amazonía. Cinco mil bajaron o tal vez más, con silencios gastados listos para protestar. Iban bajando ansiosos, iban llegando los miles de las comunidades, los postergados. No mendigaban nada, sólo querían respuesta a lo pedido…RESPUESTA LIMPIA.

Algunos en la selva los comprendieron y se los unieron, eran hermanos suyos todos aquellos. Y se solidarizaron los de las dos Baguas, los Condorcanqui, luyanos y de Loreto. Rogriguez de Mendoza, Tarapoto y Yurimaguas. Gasfiteros, estudiantes y profesores. Albañiles, madres, todos los trabajadores. Gente de apoyo justo… ¡peruanos pobres!

Los señores de Lima tenían miedo, era mucho pedir ver tanto obrero. El nativo no era hombre a cabal, podía ser ladrón o asesinar. Mientras tanto el Congreso se volvía un circo, de caprichosos tildaban a los nativos y a ellos se unieron los pingüinos, que también cacareaban miles veredictos. Uno gritó con flaqueza “habrá que cuidarnos de tanta bestia. Será mejor juntarlos en algún sitio, que anden por las calles es un peligro”.
…………………….

El escenario de los hechos, era un puente macabro y esta zona todos la conocen como La Curva del Diablo. Se plantaron firmemente en una huelga pacífica, mientras que en la capital los Apus buscaban derogar los sustentos de una neoconquista.

Siete días esperaron, pero qué infierno se vuelve cuando la tierra se está jugando con la muerte.
Mientras tanto la ceguera seguía en Lima, el búfalo mayor balbuceaba con energía: “la selva es de todos los peruanos y no solo de un grupo”, eso señor Presidente, dígaselo a los dueños del neolatifundio. Los nativos jamás imaginaron que ellos serían los aplastados. En cinco regiones de la selva, el estado de sitio fue declarado.

El camino de la diplomacia se fue acabando y la negación con la furia se fueron asomando. Cuatro de junio del 2009, a caballazos suspendieron la derogatoria pendiente. Semanas antes del suceso, Rosario Fernández avivó la furia con su condimento: “Nativo desprevenido” llamó a Pizango, como si protestar por la tierra fuera un descaro.

La brisa traía consigo terror oculto. Era el quinto día del mes de junio.
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“Usted señor ministro no nos entiende. Seguiremos esperando así nos cueste. Ya no somos animales, ya no rebaño. Levantaremos la mano, el puño en alto. Vamos a dar fuerzas con nuestro ejemplo y el futuro lo sabrá, se lo prometo. Y si quiere amenazar aquí estoy yo. Dispárele a este indígena en el corazón”.

A las cinco de la mañana del quinto día del mes de junio, 369 efectivos de la Dinoes emboscaron silenciosamente a los nativos que estaban en conjunto. En alianza con cientos de policías, mantenidos en esta guerra con sólo s/. 6.50, los miembros de operativos especiales comenzaron brutalmente la violencia. Inesperadamente alzaron fuego, creando confusión y desespero. El crudo masacre de la primera hilada, dio inicio a la matanza descarrilada.
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Durante la masacre murieron trescientos nativos uno tras otros. Trescientos hermanos nuestros que fueron matados. Aquella mañana la curva del diablo vio sangre nativa, una sangre que conocía sólo miseria. Serían trescientos indígenas ensordecidos y fueron trescientos peruanos enmudecidos. Ahí fue el exterminio de vida que moría en cada latido. Trescientos amazónicos matados, veintinueve policías ¡ASESINADOS!

…Un estudiante juega en su universidad a ser exitoso en la vida. Si juega a ser dueño del mundo ¿Qué encontraría?...

A los hombres de la selva que anhelaban mucho más, los mataron como a ratas, pues había que matar. A nativas de la selva, que apoyaron hasta el final, también las matarían, los búfalos llegaron a arrasar. Y a policías de la costa, que fueron carne de cañón y que en su triste agonía, cavaron su propio panteón.

Está prohibido que ser pobre, querido hermano, es peligroso también ser peruano. No hay que ser de otra clase hermana, no somos de primera clase, esa es la jarana. Existen categorías, no hay más palabras. Moriremos despiadadamente, querida hermana. Y tú también niñito, no nacerás pequeño hijito. No vivirás aquí papito. Esto no te pertenece, cándido tontito...
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Hermano universitario, aquí termina la historia de una arrolladora carnicería. Ahora, con mucho respeto, yo pediría, que leas con atención la prosa de despedida.

Tú que ya has leído la historia que se contó,
no sigas ahí sentado, pensando que ya pasó.
No basta sólo el recuerdo, la prosa no bastará.
No basta sólo el lamento, miremos la realidad.

5 comentarios:

Julio Flores dijo...

Nunca sabré si fueron más o menos de 300. Pero lo relatado, ha sido como el colorín colorado de un comienzo de abrir los ojos de esta generación. No a grandes masas, pues lo siento, la indiferencia es la partidaria del ensueño individualista, y a nadie le gusta meterse en problemas. Como recitaba Wilde: "No me pidas que le diga a la tía Agatha que no te pida más dinero. Los filántropos pierden todo el sentido de humanidad". Qué ciego más grande puede ver que el que da limosnas, y que tragedia puede pasar el que ni siquiera las pide y solo exije un derecho que la naturaleza le concibe y una sociedad seudoccidental le arrebata. La prosa poética me parecía una burla este último decenio, pero esta es una de las pocas sudamericanas más precisas que he leido y la única cercana que retrata la actualidad con melodía.

EL BLOG DEL KIWI dijo...

es necesario que exista una verdadera investigación de los hechos. Se supone que estamos en un Estado de Derecho, y por ende, las cosas deben llegar hasta el final, caiga quien caiga. Hasta la vista, ministros y premieres, que tuvieron que renunciar, aunque se salvaran de la censura.

EL BLOG DEL KIWI dijo...

P.D.:Ironías de la vida. Así como la última frase.

Anónimo dijo...

quién debe hacer la investigación?

y cuándo?

Fuenlabrada dijo...

madre mía..