lunes, 4 de mayo de 2009

Poema a la vieja generación

Queridos padres:
Perdonadme por hacer más grises sus días,
sé que el invierno no es vuestra mejor estación.
Sus hígados revientan
mientras crece mi imaginación.
Disculpadme por pensar distinto a ustedes,
por creer en un mundo diferente
y avergonzarlos en el intento.
Yo elegí un camino largo y fatigoso
pero mi corazón dice que es el victorioso.
No espero que me apoyen,
pues confío en mi cándida lucidez.
Sólo anhelo que desistan
de vuestro hiriente desinterés.
Padres míos,
Lamento no temerle al cambio,
de no ser precavido en mis conclusiones.
Creedme,
en mi intento revolucionario,
nunca planeé llenarlos de desilusiones;
no pensé que podía afectarlos;
no por ello, pienso abandonarlo.
Nunca duden de sus entrañas,
jamás os daré la espalda.
Aunque quizá llegó el momento
de dejar atrás vuestras faldas.

1 comentario:

Aquiles Martin dijo...

y un feliz día de la madre, ¿no?
jajaja
está bueno yago